Fuente de Candeleda
Siempre me ha hechizado el movimiento del agua en las fuentes y la trasparencia de las aguas que se van almacenado al pie de los caños que las alimentan. Unos de los recuerdos que perduran de mi niñez, es verme a mi mismo (tendría unos 4 años) hipnotizado frente a la fuente del pueblo de mi madre, observando como caía el agua de los caños, como si de tentáculos se tratara y que al chocar con la superficie, saltaba en millones de brillantes gotas, como si fueran chispas, provocando esas interminables y suaves ondas llenas de brillo y color. Todo un espectáculo a los ojos de un espectador tan joven y aun hoy en día, me sigue cautivando y deleitando. Creo que, con esta descripción, he dejado bastante claro la motivación de pintar este cuadro. La fuente no es la misma que la que describo de mi niñez, pero si es muy parecida y esta muy cercana a la que tan vivamente rememoro.

65x50
2007
123-456-7890