El columpio
Fue un regalo de cumpleaños que le hice a mi sobrina. Su madre me envió la foto que se recrea en este cuadro. Recuerdo que era una foto de muy escasa calidad, con la imagen muy difusa y un entorno muy poco atractivo (un parque asfaltado y carente de atractivo), de modo que con estos escasos “mimbres” y mucha imaginación me puse mano a la obra. Destaque el brillante y blanco vestido que llevaba la niña, así como, ese delicado y gracioso sombrero, salpicado de florecillas. En cuanto al ladeado rostro, - que parece estar esperando a alguien que la impulse en el columpio – apenas obtenía información de la ingrata foto, de modo que una gran parte de sus rasgos aparecen bastante difuminados. Elegí - a propósito- un fondo frondoso y sombreado, en primer lugar, para destacar el blanco del vestido y en segundo lugar, como antítesis al fondo original de la foto, árido y anodino.
