Paseando descalza por los Jardines

Esos jardines están inspirados en un precioso rincón de la Quinta de los Molinos. El personaje central representa el placer de un indolente paseo al atardecer por un remanso de paz y bella naturaleza. En los tórridos días de verano mi mujer y yo solemos ir a pasear por los jardines de la Quinta de los Molinos. Una especie de Oasis dentro de la Ciudad y un pequeño alivio al calor reinante de Madrid. Andamos sin prisa y deleitándonos por todos los recovecos ajardinados que conforman la mencionada finca. Abstraído por la belleza y la paz que se respira en el lugar, siempre me he imaginado a las personas que mucho antes que nosotros, pasearon y fueron dueños del lugar como fueron sus paseos y que de algún modo he trasladado en la figura de esta hermosa mujer que aparece como objeto central de la obra. Con una mirada ausente, lánguida, y movimiento relajado y ajeno al estrés del exterior. Siento la naturaleza en su piel a través de sus descalzados pies.